La construcción verde se plantea como una alternativa efectiva para combatir el cambio climático al remarcar su influencia positiva al disminuir los impactos negativos de la edificación en la salud humana y el entorno natural. Esta estrategia arquitectónica da prioridad al empleo de materiales respetuosos del medio ambiente y al diseño eficaz de las estructuras, enfatizando que debería ser un aspecto primordial en las urbes que aspiran a ser más sustentables.

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Las cualidades que definen una edificación “sostenible” abarcan sistemas de ventilación y calefacción eficientes junto al empleo de energías renovables y materiales locales y reciclados; así como la captación y reutilización del agua. Estos criterios no solo reducen el impacto ambiental, sino que también maximizan el aprovecha-miento del espacio y los recursos naturales para favorecer una convivencia armoniosa en su entorno.

La certificación LEED es un estándar reconocido internacionalmente que premia las prácticas ecológicas en la construcción y agrega un valor importante a los proyectos sostenibles. Aunque no es obligatorio obtenerla; resalta la importancia de implementar estas prácticas para mejorar la eficiencia energética y el impacto ambiental positivo de los edificios.

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La Magney House de Glenn Murcutt y la Academia de Ciencias de California de Renzo Piano son ejemplos que muestran cómo la arquitectura verde puede ser exitosa y relevante en proyectos innovadores.

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En su totalidad la arquitectura sustentable no solo se encuentra en crecimiento, sino que es una necesidad apremiante para hacer frente los problemas medioambientales presentes.